Para algunas personas el racismo no existe, ya que en Argentina “no hay negros”. Para otras es tan brutal que lo naturalizamos y no identificamos estas prácticas en nuestro cotidiano.
Pasó exactamente un año y un mes del asesinato de George Floyd, momento en que la discusión sobre racismo en Argentina resurgió con más fuerza. En este contexto, organizaciones afrodescendientes invitaban a la sociedad a mirarse a sí mismas y no solamente pensar en la brutalidad vista en EEUU, Brasil, Colombia u otros países de la región.
Pero, entonces, ¿qué es el racismo?
Es importante entender que el racismo es más que decir frases para insultar a una persona por sus rasgos, su color de piel o la violencia policial dirigida a determinada población por “portación de cara”.
El racismo es un sistema de opresión consecuencia de procesos históricos y políticos, que se expresan concretamente como desigualdad política, económica y jurídica. Así también, crea condiciones sociales para que directa o indirectamente, grupos racialmente identificados sean discriminados de forma sistemática. Se manifiesta por medio de prácticas conscientes o inconscientes, culminando en situaciones de desventajas o privilegios, además de reproducir procesos de subordinación de individuos según el grupo racial al cual pertenezcan.
¿Hay negros en Argentina?
Sí, hay personas negras y afrodescendientes argentinas fruto de la trata esclavista entre los años 1514 a 1816, y de las migraciones internacionales históricas y contemporáneas. Se estima que durante el periodo virreinal unas 60 mil personas esclavizadas fueron desembarcadas en el Río de la Plata, los cuales la mayoría se quedaron en Buenos Aires, Montevideo y zonas vecinas (Borucki, 2009).
En la actualidad, las organizaciones que nuclean a personas africanas y afrodescendientes, estiman que en la República Argentina viven alrededor de 2 millones de personas.
Sin embargo, en la sociedad argentina se reflejan procesos de invisibilización histórica de estas poblaciones, que participaron de las guerras y batallas de independencia, que construyeron la identidad cultural a través de ritmos musicales y expresiones que fueron apropiadas. La falta de registro en los censos nacionales que identifique las poblaciones afrodescendientes en argentina es una forma de racismo institucional que de a poco está cambiando con el fortalecimiento de las organizaciones sociales afro y de reconocimientos que han logrado como la ley 26.852 que reconoció el 8 de noviembre como “Día Nacional de lxs afroargentinxs y de la cultura afro”.
¿Cómo identificar el racismo del día a día?
Reconocer prácticas racistas del cotidiano no siempre es una tarea fácil sin la comprensión del racismo de una forma general. Pero hay maneras de identificarlas para poder cambiarlas.
Las frases “trabajo en negro”, “plata en negro”, “me están negreando”, “tuve un día negro”, vinculan la negritud con cuestiones negativas, malas e informales. Esto trae consecuencias en la construcción de las identidades de estas poblaciones, ya que nadie, simplemente por su color de piel, quiere ser relacionado con estas prácticas. Abolir este tipo de frase es pensar más allá de la intención.
Por otro lado, solemos usar la palabra Quilombo como sinónimo de lío, problema, falta de armonía. Pero en realidad esta es una palabra que para las poblaciones afrodescendientes es lucha y resistencia. El quilombo fue el espacio donde las personas esclavizadas huían para hacer frente al sistema de esclavitud, se encontraban para hablar sus idiomas, expresar sus religiones y demás. En Argentina, históricamente eran los prostíbulos de mujeres negras esclavizadas. Cambiar su significado invisibiliza su historia y significado tan poderoso y potente para estas poblaciones.
De esta manera, resulta urgente que entendamos que las sociedades son racistas estructuralmente y que reproduciremos prácticas racistas en algún momento. Asumir la tarea de entender el racismo y revisar todas estas prácticas tiene que ser un imperativo ético para todas las personas. El asesinato de personas negras y afro es la expresión más violenta del racismo que impacta directamente al derecho a la vida, pero en todo momento, sea a través del lenguaje, de acciones y del privilegio, podemos reflexionar sobre el racismo y sus impactos.
¡Edúquense! Busquen libros que escribieron personas afrodescendientes y aproxímense de organizaciones que trabajan la temática. Tenemos la responsabilidad social de adoptar acciones efectivas para que podamos imaginar futuros más inclusivos, más afro.
Desde Impacto Digital, estamos desarrollando el programa Dale Más Afro que se estructura con varias iniciativas, siendo la Red Dale Más Afro, que es el punto de partida de un movimiento regional para combatir el racismo, reconocer y celebrar los aportes de las personas afrodescendientes. Otra iniciativa es DMA a tu empresa, como una propuesta para discutir sobre racismo en empresas y organizaciones. Para más información: dalemasafro.org
